Todos , con diferente intesidad, hemos pertenecido alguna vez a algo parecido a lo que se llamaba tribu urbana.
Unas chapitas, una chupa vaquera, pelo largo y camisetas negras y ya eras una especie de
heavy.Náuticos, jersey al cuello, algún snoopy colgando, y ya eras un pijo que bailaba al ritmo del barco a Venus de Mecano.
Bastaban unos fulares, unas rastas,un perro y jerseis muy gordos con superposición
de mil capas para parecer un hippy.
Así diambulaban siniestros, punkys, modernos, rocabillys...hasta llegar a las actuales lolitas góticas.
Es cómodo sentirse identificado en un grupo y diferente, y mejor, respecto a los otros.
Pero amigos, que pereza. Estar en la búsqueda continua de los iconos, las etiquetas identificativas y el miedo a colocarnos alguna prenda o escuchar alguna música que nos desviara del " autentico" camino.
No sé, llamalo x, pero últimamente veo demasiados pañuelos palestinos con su cocodrilo bordado.
Puede que no todo el que lleve un palestino sea tu amigo y por ende que no todo el que lleve un cocodrilo en su camiseta sea tu enemigo...puede.
Los perezosos siempre nos ponemos lo primero que tenemos más a mano, por eso caemos mal,les cuesta etiquetarnos, es un vago y punto...
Esta bien, sentirte parte de algo puede ser importante, pero sentirte bien surtido de cerveza lo es aún más.
Saludo y risas bloggeros.
Nota de después:la " hippy" de la foto de momento se lo pasa de puta madre....