lunes, 29 de septiembre de 2014

CON DERECHO A RÉPLICA

El diario Menorca a través de Miguel Juan Urbano, de Pere Melis y de Josep Bagur me ha dado la oportunidad de colaborar publicando mis artículos, deportivos o de opinión, mis crónicas, e incluso un par de entrevistas que he realizado. Ahora se suma la creación de este blog, no puedo por menos que mostrar mi agradecimiento a todos ellos.

Cuando me pidieron un genérico para titular mis artículos le estuve dando vueltas durante un tiempo. Repase las colaboraciones y comprobé que, sobre lo que humildemente escribo es sobre la necesidad de recuperar la palabra, de recuperar el debate, el intercambio de argumentos, y la autocrítica. Porque nuestro silencio les hace más fuertes,  debemos recuperar la palabra antes de perder toda esperanza.

Y de este modo surgió Con derecho a Réplica. Porque es un concepto que va ligado de forma intrínseca a la libertad de expresión. Y la libertad de expresión no se agota en el reconocimiento a poder hablar, sino también al de hacerlo de forma pública para compartir con otros ciudadanos ideas u opiniones. Al igual que la libertad de expresión el derecho a réplica nos da la oportunidad de expresar nuestra opinión, nuestro punto de vista sobre la información que se pública. Estaría bien que, a pesar de nuestras limitaciones, no tuviéramos miedo a equivocarnos, o a ser señalados por ejercer nuestro derecho a pensar y a opinar.


Somos Menorca, y en los sitios pequeños cuesta más exponerse en público, por pudor, por vergüenza, por diferentes presiones. Cuando uno escribe en público de alguna manera desnuda sus pensamientos y en ocasiones vivimos más cómodos si la gente no sabe lo que pensamos, lo entiendo pero no lo comparto. Si el miedo atenaza nuestro derecho a decir públicamente lo que pensamos, escucharemos siempre las mismas voces, los mismo discursos, el mismo pensamiento alienado y alienante, y eso nos empobrecerá y nos hará más tristes. Dicho esto, que cada cual elija su camino, no somos referente de nada ni estamos para dar consejos, la soberbia la dejamos para otros.

Y por último, decirles, queridos lectores, que el proyecto ilusiona porque el blog no sólo me da la oportunidad a mi, si no que facilita que todos ustedes dejen sus comentarios, sus críticas, o lo que el cuerpo les pida. Este punto es el más importante, escuchar, ser escuchados y en el camino, si puede ser, pasarlo bien. Porque creo firmemente que todos tenemos el derecho inalienable a la réplica, y por su puesto a la sonrisa.


Sean pues bienvenidos.

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